Está alejado de las carreras, no de las bicicletas. Mientras aguarda por la reactivación de las competencias, Facundo Cattapan (22) aprovecha la cuarentena para sumar unos mangos extra. El ciclista de la Municipalidad de Rawson, uno de los pocos sanjuaninos que desde hace cuatro años tiene el privilegio de correr la Vuelta a San Juan Internacional, hoy se la rebusca arreglando bicicletas. Lo hace desde que se desató la pandemia y dice disfrutarlo.
Facundo tiene contrato vigente con el equipo continental e igual continúa percibiendo su sueldo pese al parate del ciclismo profesional en San Juan y el país. Sin embargo, con la llegada de su primer hijo para octubre próximo, empezó a laburar de lo que más sabe, además de pedalear. Su tío José «Pepe» Carrión, propietario de la famosa bicicletería de calle Superiora, le abrió las puertas de su local hace un par de semanas para darle una mano en tiempos de coronavirus y crisis.
“Hay muchos arreglos para hacer. La gente con lo que está pasando prefiere andar en bicicleta y no usar el vehículo. Se está moviendo bastante el laburo y eso está bueno. Me sirve para poder hacer unos mangos más, para poder tener una moneda aparte. Voy a ser papá y con esto, que mucho no se puede hacer por la pandemia, aproveché para laburar”, expresa.
El joven está en la bicicletería desde las 8.30 de la mañana. A veces pasa hasta ocho horas diarias metido en el taller. “Le hacemos servis a las bicicletas, emparchados o centramos ruedas. Hacemos de todo. Recibimos desde playeras hasta todo terreno o bicicletas de competición”, agrega.
Para el «Cata» trabajar junto a su tío es un disfrute total, además de generarle nostalgia. Allí prácticamente pasó su infancia, de hecho recuerda que antes de aprender a caminar ya estaba “trepado” a una de las tantas bicicletas que su tío Pepe tenía que arreglar. El apego entre Facundo y el ciclismo viene de sangre. Su papá Eduardo y su tío Raúl fueron ciclistas, además de José que lleva años arreglando bicicletas. “No había chances de que practicara otro deporte”, cierra entre risas.
FUENTE: Tiempo de San Juan